Desde que empezó a vender bicicletas de segunda mano, la compañía Tuvalum ha podido calcular la cantidad de emisiones que supuestamente ha ahorrado a la atmósfera. Un total de 3.500 toneladas de CO2 que todos podemos agradecer que no estén entre nosotros.
Tuvalum, la plataforma referente en la compraventa de bicicletas reacondicionadas, ha realizado un pequeño estudio con el que ha podido calcular esta cifra. Si adquirir una bicicleta para los desplazamientos es una decisión responsable con el medio ambiente, todavía lo es más una de segunda mano. Supone un ahorro energético al que se suma el ahorro en recursos que supondría la fabricación de una nueva. La fabricación de un cuadro de carbono (con el que se fabrica gran parte de las bicicletas nuevas) tiene un coste energético elevado. Además, es un material difícil de reciclar: el proceso requiere más gasto económico y consumo energético que fabricar uno nuevo.
Desde el comienzo de su trayectoria, en 2015, Tuvalum ha transaccionado alrededor de 15.000 bicicletas reacondicionadas, contribuyendo al correspondiente ahorro en recursos para el planeta. Según ellos mismos: “En 2020 auditamos nuestra huella de carbono y la compensamos mediante proyectos de reforestación”, afirma Alejandro Pons, CEO y Cofundador de Tuvalum, y añade: “Contamos con la certificación Carbon Neutral, concedida por la principal organización de certificación independiente del mundo en materia de la huella de carbono (Carbon Trust). Reconoce el compromiso de las organizaciones para/con la descarbonización a través del respaldo a proyectos medioambientales. El siguiente paso es trabajar por ser Carbon Negative”.
El análisis realizado por Tuvalum tras la consulta de estudios e informes relacionados con esta cuestión, revela que la huella ambiental de un ciclista que se mueve en bicicleta es la misma que la de un peatón que se desplaza caminando. Por lo tanto, pedalear es una actividad tan sostenible como caminar. La bicicleta genera una huella de carbono de unos 21 g de CO2 por kilómetro recorrido, muy remarcable si se parte de la base de que un automóvil genera una huella de unos 271 g de CO2 por pasajero y km recorrido. La bicicleta ahorra al menos un 90% de las emisiones de CO2 en comparación con la conducción de un coche. Después de pedalear 700 km (en lugar de conducir esa distancia), se ahorra tantas emisiones de CO2 como las empleadas para producir la bicicleta.
Medio de transporte y su huella de carbono:
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