A Fondo: e-bikes

Las e-bikes: el futuro de la movilidad y del ocio

Albert Puyuelo27/05/2025

Analizamos las tendencias actuales del mercado ciclista en bicicletas eléctricas, desde la situación actual a las últimas novedades tecnológicas, la estética y las demandas de los usuarios.

Artículo publicado en el TRADEBIKE 96.

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Si miramos hacia atrás, casi parece que las e-bikes lleven muchas décadas con nosotros. Y sabemos que no es así, sino que empezaron a aparecer en el mercado hace unos años y su explosión no se hizo esperar, sobre todo en países donde el ciclismo urbano tiene un gran peso. Y su evolución es continua: a cada feria bike que visitamos, descubrimos un sinfín de novedades.

Cada vez cuesta más diferenciar entre una bici muscular y una eléctrica cuando la vemos pasar. También es más difícil entender sus tecnologías y todos los parámetros que las componen (el par, los vatios, etc.). Son, sin duda, un gran desconocido para la mayoría de la población, un universo cada vez más amplio. Cada vez las usa más gente, pero muchos otros ni las han probado.

A lo largo de nuestra sección El Sector Opina, podréis leer las respuestas de una gran selección de representantes del mercado bike sobre su visión de la situación de las e-bikes. Y todos ellos han respondido, de forma unánime, que las e-bikes todavía tienen mucho margen de crecimiento. Es la modalidad bike que más nos puede ofrecer, ya que es transversal: cualquier tipología de bici tiene su versión eléctrica (con muy pocas excepciones: trial o BMX no la tendrán). Pero empecemos ahora con la cuestión que más nos importa: ¿se nota esta gran evolución y todas las innovaciones en el mercado?

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MERCADO

Este abril de 2025, hemos publicado las Cifras del Sector del Bike correspondientes al 2024, que podéis encontrar en este mismo número de Tradebike. En el estudio, encontramos muchos datos interesantes referentes al sector. Y tal y como ya quedó claro en la presentación que realizamos en la sede de Cetelem, las e-bikes siguen teniendo un papel clave, aunque este año el protagonismo se lo han llevado las bicicletas infantiles.

Según el estudio, las e-bikes se mantienen estables en las ventas de unidades con la cifra de 247.667 (un pequeño -0,3%), pero bajan en facturación (-5,82%), debido a la bajada del precio medio a 2.533€ (-5,3%), que podemos achacar a la gran cantidad de ofertas que encontramos por el sobre stock del mercado. A pesar de esto, sigue siendo la categoría que reina en facturación, con 627 M€ y un 41,5% del total de la factura de bicicletas.

El mercado de las bicicletas eléctricas ha experimentado una transformación profunda en la última década, pasando de ser una solución de nicho a convertirse en un pilar dentro de la movilidad personal y el ocio. En muchas ciudades europeas, las e-bikes ya superan en ventas a las bicicletas convencionales, consolidándose como una alternativa real al coche en desplazamientos diarios. Aunque esta tendencia aún no está tan consolidada en todos los países del sur de Europa, el crecimiento es evidente y sostenido. Llevamos años hablando con expertos y profesionales del sector sobre el tema: ¿Por qué el ciclismo urbano no acaba de explotar en España? ¿Por qué aquí no se relaciona directamente movilidad con bicicletas? No tenemos una respuesta clara, ya que todos pensábamos (hace años) que las e-bikes darían el impulso que faltaba.

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Más allá del transporte urbano, las e-bikes han encontrado un terreno fértil en el ámbito deportivo, turístico y recreativo. Ya no son solo una herramienta de asistencia para quienes tienen limitaciones físicas, sino una opción preferente incluso para ciclistas en forma que buscan ampliar horizontes, explorar rutas más exigentes o simplemente multiplicar la experiencia sobre dos ruedas. Su versatilidad ha generado nuevos segmentos de usuario y ha abierto la puerta a perfiles que antes no contemplaban el uso regular de la bicicleta.

A nivel de mercado, existe un potencial sin explotar en la gama de entrada, orientada a usuarios ocasionales o de uso urbano sin necesidades técnicas avanzadas. Además, las e-bikes tipo Cargo y las de largo recorrido están comenzando a jugar un papel importante en tareas logísticas y familiares. También el cicloturismo y el bikepacking están viviendo una expansión apoyada por la capacidad de las e-bikes para alargar rutas y facilitar el acceso a lugares antes inalcanzables para muchos.

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TENDENCIAS

El presente de las e-bikes está marcado por la innovación continua. Las tendencias actuales apuntan a una mejora global en la experiencia del usuario. Se ha avanzado notablemente en la integración de baterías y motores más compactos, ligeros y eficientes, lo que ha permitido reducir el peso total de la bicicleta y mejorar su maniobrabilidad sin sacrificar potencia o autonomía. Esta evolución ha acercado cada vez más las sensaciones de conducción a las de una bicicleta convencional, aunque con las ventajas del pedaleo asistido.

Entre otras tendencias, hay una que ha llamado la atención de - literalmente - todo el mundo. Una marca de origen chino ha creado una bicicleta con unas cifras impresionantes: ofrece un pico de potencia de 850 vatios en un diseño ultraligero de 19.2 kg de peso. Se llama Amflow PL y dará mucho que hablar: viene de DJI, especialista en fabricación de drones y su motor promete mucho.

En el ámbito del diseño, se observa una clara preferencia por estéticas más limpias, con cableado interno, displays integrados en el cuadro y una clara apuesta por la conectividad. Las e-bikes modernas no solo permiten desplazarse, sino también monitorizar el rendimiento, la autonomía y hasta el estado de salud de los componentes mediante apps móviles. Este nivel de personalización y control ha mejorado significativamente la relación entre el usuario y su bicicleta. Ahora, muchas marcas expertas en e-bikes, hablan de ‘sistemas’ para referirse a un conjunto de componentes específicos para e-bikes: una centralita integra y controla todo lo relacionado con motor, transmisión, computadora, etc. Está claro que, a más integración de las tecnologías, más cómodo será todo para el usuario. Y más eficaz, por supuesto.

También están surgiendo subcategorías específicas, como las e-bikes de tipo ‘light’ o las de Gravel y trekking, que combinan ligereza, eficiencia y versatilidad. El uso de ruedas mullet, geometrías más adaptadas a los distintos estilos de conducción y componentes especializados para los diferentes tipos de terreno son parte del refinamiento que el sector está alcanzando, un reflejo de lo que se hizo en su momento con las musculares. El usuario pide, el mercado da.

En paralelo, las bicicletas Cargo han demostrado ser una solución práctica para el transporte urbano, consolidándose como una tendencia en crecimiento, especialmente en países con políticas activas de movilidad sostenible. Si nunca habéis probado una e-Cargo, probadlo: no hacen falta más explicaciones.

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FUTURO

Desde el punto de vista tecnológico, las bicicletas eléctricas han alcanzado un grado de madurez notable, pero el desarrollo no se detiene. Nos encontramos en una etapa de consolidación y optimización, donde la autonomía, el rendimiento, el tiempo de carga y la integración de componentes siguen mejorando año tras año. Las expectativas apuntan hacia modelos aún más ligeros, potentes e inteligentes.

La evolución futura estará estrechamente vinculada al desarrollo de nuevas tecnologías en sectores paralelos, como la automoción o la electrónica de consumo. La utilización de nuevos materiales para baterías, avances en eficiencia energética, sensores más precisos y, potencialmente, la incorporación de inteligencia artificial, transformarán aún más la experiencia de conducción. Se anticipa una generación de bicicletas capaces de ofrecer asistencia adaptativa, mantenimiento predictivo, e incluso funcionalidades de seguridad avanzadas como sistemas de detección de obstáculos o conducción asistida. Y, por supuesto, la inteligencia artificial tendrá un papel clave en el desarrollo de nuevas tecnologías, ya que – a partir de la recopilación de datos de uso de los ciclistas - se podrán anticipar muchas necesidades que resultarán en nuevas tecnologías.

Por otro lado, la sostenibilidad también será una línea clave de evolución. La mejora en el reciclaje de componentes, el alargamiento de la vida útil de las baterías y la reducción del impacto ambiental de la producción serán aspectos cada vez más valorados tanto por fabricantes como por usuarios. Asimismo, la conectividad y la integración con plataformas de movilidad urbana y transporte multimodal permitirán a las e-bikes jugar un papel protagonista en las ciudades del futuro. Fabricar una e-bike, o cargar su batería, no será – por ahora – un proceso ecológico o sostenible, pero sí que es un mal menor. Nadie duda que con un mundo lleno de e-bikes, todos respiraríamos mucho mejor.

En definitiva, las bicicletas eléctricas han pasado de ser una promesa a convertirse en una realidad consolidada, con un presente sólido y un futuro lleno de posibilidades. Ya no se trata solo de cómo ayudan a pedalear, sino de todo lo que permiten hacer. Lo que empezó como una alternativa, hoy redefine el concepto mismo de movilidad sobre dos ruedas.

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