La cuarta edición de Ciclosferia, celebrada del 16 al 18 de mayo en el Tinglado 2 de la Marina de Valencia, llevó a la feria de ciclismo urbano y cicloturismo a una nueva dimensión. Además de la habitual exposición y prueba de bicicletas y accesorios, el evento reunió múltiples destinos turísticos, acciones únicas para fomentar el networking profesional y dos congresos paralelos.
“Veníamos con muchos desafíos y retos, y hemos logrado sacarlos todos adelante”. Así resume Rafa Vidiella, director de Ciclosferia, esta cuarta edición de un evento que abarcó, en un intenso fin de semana, innumerables actividades tanto para profesionales como para el público final.
Por primera vez, Ciclosferia sumó a su propuesta dos congresos paralelos, divididos en los escenarios Ciclosfera CITY y Tierra Ciclista. El primero de ellos, orientado al ciclismo urbano y organizado de la mano de RedBici (Red de Ciudades por la Bicicleta), reunió a entidades públicas y privadas en una serie de charlas y debates combinados con presentaciones de proyectos como Zicla, Intelligent Parking, Cooltra, Fifteen, Movea, Tannus, Monty o Wheelskeep. Respecto a Tierra Ciclista, tanto destinos como empresas de servicios o cicloviajeros debatieron sobre el cicloturismo en España.
Como en anteriores ediciones, la mañana del viernes (primer día de la feria) abrió sus puertas exclusivamente a los profesionales. De esa forma, cientos de visitantes pudieron conocer y descubrir de primera mano la propuesta de los expositores, muchos de los cuales mostraban por primera vez en España sus productos. La mañana, que concluyó con un aperitivo de la mano de STOER Bikes y una paella con Bosch eBike Systems, mezcló el habitual ambiente relajado y casi festivo de Ciclosferia con la disponibilidad de todos los profesionales presentes en el evento.
Además de la presencia de marcas punteras y nuevas propuestas, Ciclosferia destacó por la fuerte presencia de destinos turísticos como Andalucía, Asturias, Castellón, Ecovíes Girona, Comunidad Valenciana, Valonia o Navarra, que convirtieron la feria en el escaparate perfecto para comprobar el auge del cicloturismo y la creciente apuesta de las entidades públicas por este sector.
Ciclosferia, además, volvió a apostar por un público universal, muchas veces alejado de la industria de la bicicleta. En su afán por alcanzar a un nuevo público, Ciclosferia apostó por un espacio de restauración junto a la zona de exposición, un enorme aparcabicis (con plaza para más de 600 bicicletas) para que el público pudiese asistir pedaleando y sesiones de música electrónica durante todo el fin de semana. Además, se organizaron salidas ciclistas familiares y para todos los públicos, que culminaron con una exitosa Bike Parade (con más de 500 asistentes) que culminó con la llegada masiva y festiva de participantes a la feria.
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