Fueron tres días los que tuvimos para poder probar la nueva bicicleta de Merida. La marca realizó su presentación europea para prensa en la población catalana de Santa Coloma de Farners. Allí realizamos varias salidas, acompañados por otros periodistas, pero también por el grandísimo José Hermida, que es embajador de Merida. El primer día también nos acompañaron dos integrantes del equipo Bahrain Victorious.
Para aquellos que nunca hayáis visitado con bici la zona de Farners, es altamente recomendable para cualquier tipo de disciplina bike: las carreteras llevan a puertos muy bonitos, las pistas forestales son variadas y hay una cantidad enorme de senderos cuidadísimos para disfrutar de un buen Flow. Por lo tanto, los graveleros pueden hacer cualquier tipo de ruta, del nivel que sea. Además, para los que quieran emociones más fuertes, hay un bike park bastante nuevo por la zona.
Vayamos al grano: Merida vino para presentar la Mission, una Gravel race de carbono diseñada para rendir a alta velocidad tanto en asfalto como en pistas, con geometría híbrida y algunas soluciones prácticas para competición. Es muy diferente a la Silex, que iba más orientada a la aventura y la exploración. Las primeras sensaciones con la Mission dejaron claro que esta bicicleta está pensada para correr. De hecho, en carretera tiene un comportamiento rabiosamente reactivo y veloz.
Construida exclusivamente en carbono CF4, la Mission combina elementos tomados de la gama Scultura Endurance y la experiencia off-road del Silex para entregar una máquina ‘fast on any surface’: aceleración viva, manejo preciso y estabilidad en terreno irregular. Su filosofía es clara: mantener la agilidad y la aerodinámica propias de una bicicleta de carretera, al tiempo que ofrece margen para neumáticos de hasta 40 mm y soluciones para la competición Gravel.
El cuadro CF4 tiene un peso declarado del conjunto cuadro 1.100 g y horquilla de 500 g. La selección de fibras Toray y el lay-up adoptado buscan un equilibrio entre rigidez, respuesta y confort para sesiones rápidas.
La Mission posiciona su geometría entre la Scultura Endurance y la Silex: cabeza con 72º para control en campo, reach de 391 mm para un tacto deportivo y stack contenido (569 mm en la talla de referencia) que favorece una postura de carrera. El centro de gravedad contenido —bottom bracket bajo mejora la estabilidad en secciones técnicas y descensos rápidos.
Perfiles de tubo inspirados en la Scultura Endurance y la adopción del cockpit MERIDA TEAM SL GR1P (en los modelos superiores) introducen ganancias aerodinámicas pequeñas pero acumulativas. La cockpit one-piece mantiene la integración de cables.
La Mission ha sido diseñada para aceptar una amplia variedad de grupos: es plenamente compatible con transmisiones 1x modernas (SRAM XPLR en 13 velocidades en los niveles 6000, 9000 y 10K) y puede alojar grupos 2x carretera para usuarios que busquen desarrollos más cerrados. Además, la patilla es UDH compatible, facilitando la instalación de configuraciones “mullet” o transmisiones de origen MTB si la aplicación lo demanda.
La bicicleta admite neumáticos hasta 40 mm (cifra que queda entre los 35 mm de la Scultura y los 45 mm del Silex), buscando el equilibrio entre agarre off-road y manejo ágil en asfalto. En cuanto a frenado, el montaje de serie contempla 160 mm de discos para mantener el peso competitivo; no obstante, el chasis permite adaptaciones a 180 mm si se requieren mayores prestaciones de frenada.
La Mission incorpora el sistema G.U.T. (Gear, Useful Things), un compartimento integrado en el tubo inferior accesible mediante cierre Fidlock y pensado para albergar herramientas, cámaras y elementos de carrera sin ruidos. Complementa la propuesta un bento top-tube y tres anclajes para bidón en el triángulo delantero, priorizando la funcionalidad en carreras de un día y eventos profesionales de Gravel.
La Mission se ofrece en cinco niveles de montaje. Por ejemplo, la Mission 6000 (que es la que vemos en las fotografías y pudimos probar) monta SRAM Rival XPLR 13-speed y ruedas DT Swiss 1800, posicionándose como una opción versátil y competitiva para equipos y corredores que buscan rendimiento a buen coste.
En mercados donde las carreras Gravel de alto ritmo ganan presencia, la Mission puede convertirse en referencia técnica y comercial. Merida ha sabido crear una bici para una demanda más concreta. Es una Gravel de calidad, pensada para los no-iniciados en esta disciplina y que quieren tener unas prestaciones muy parecidas a las de una bici de carretera. De hecho, tener esta bicicleta y un par de ruedas de carretera es una muy buena opción: cuando apetezca rodar para conquistar puertos y rendir al máximo, estamos seguros que la Mission será absolutamente capaz de hacerte sentir como si tuvieras una bici de carretera.
Precios y montajes:
Para ver más inforamción detallada de la gama, puedes ir a la web oficial de la marca.

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