El Giro y La Vuelta no consiguen escaparse del Coronavirus

Después de que en el Giro de Italia 8 corredores dieran positivo por Covid-19, los organizadores de La Vuelta han decidido adelantarse y tomar una acción drástica: se celebrará a puerta cerrada, sin público y sin la publicidad a las finales en alto. La situación pandémica actual está poniendo al límite a la Unión Ciclista Internacional (UCI), y seguimos con la incertidumbre si el Giro podrá llegar a su final en Milán el 25 de octubre.

Una Vuelta diferente

La Vuelta se disputará a puerta cerrada. Unipublic, organizador de la Vuelta a España, en coordinación con las autoridades sanitarias y delegaciones de gobierno de todos los territorios atravesados por el recorrido de la carrera, ha acordado aplicar una serie de restricciones en algunas salidas, metas y puertos de montaña, donde se limitará la presencia de público.

El público no podrá acceder al puerto de Arrate, Laguna Negra, Col du Tourmalet, Puerto de Orduña, Alto de Moncalvillo, Alto de la Farrapona, Alto del Angliru, Mirador de Ézaro y Alto de la Covatilla.

“La Vuelta lamenta profundamente que la actual situación epidemiológica del país no permita que se den las condiciones oportunas para contemplar presencia de público en estos puntos”, ha indicado la organización.

La carrera se llevará a cabo sin sus habituales acciones comerciales y publicitarias como el Parque Vuelta o la caravana para evitar cualquier aglomeración innecesaria. Por lo tanto, el reducido grupo de organización, medios de comunicación, patrocinadores, equipos y cuerpos y fuerzas de seguridad que se moverá con la carrera estará sometido a estrictos protocolos sanitarios. Asimismo, la organización llevará además un riguroso control de aforos en todos los espacios acotados por la carrera. El aparcamiento de equipos estará totalmente cerrado.

Sin embargo, la Vuelta abre la puerta a que “las restricciones puedan sufrir variaciones”. Asimismo, ha lanzado una campaña de comunicación con el objetivo de sensibilizar a los aficionados sobre la necesidad de vivir este año La Vuelta desde casa. El objetivo es evitar cualquier tipo de aglomeración de público en torno al evento.